Paro, parado, parásito.
Garrapata uterina que trepa por el cordón umbilical.
Resbala y cae, confrontado a una pared vertical.
Es un boomerang, intenta alejarse pero siempre vuelve.
Explota como la pompa de un chicle y retorna a la cavidad.
Ese rayo de sol no salía para ella, ni la roza.
Abocada a vivir en la sombra, se resigna.
Frío en las extremidades.
Hasta su sangre evita el movimiento.
Un dedo calloso le apunta, no habrá piedad.
La silla se ha manchado de sus fluidos.
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