Te fuiste de puntillas para no despertarme.
Pero no estaba dormida.
Había soñado que te hundías en las profundidades del océano
y tus dedos se resbalaban de mi brazo tendido.
Aún tengo la mano mojada...
Prefiero que des un portazo al salir.
Así sabré que te has ido definitivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opinión libre. Sugerencia, evocación, ideas...